Mientras caminaba el otro día por la calle me encontré con un amigo mío que ya hacía tiempo que no veía a causa de todo esto de la pandemia. Este amigo había empezado a trabajar como distribuidor de pizza congelada para hosteleria y me dijo que podría irle mucho mejor pero que tampoco podía quejarse porque había otros sectores comerciales que todavía están peor que él. Y es cierto porque aún quedan algunos sectores económicos que todavía no han podido reabrir, como es el caso de los locales de ocio nocturno que llevan cerrados desde el mes de marzo cuando nos confinaron. Y por lo que parece, aún va para largo que los locales de ocio nocturno puedan abrir con normalidad como antes.
He de decir que yo soy una de esas personas que echa mucho de menos poder salir por las noches y que cuando nos dejen volver a salir lo haré como si no hubiese pasado nunca nada. Aunque estoy seguro de que para cuando puedan abrir los locales, más de la mitad ya no van a poder abrir. Porque muchos de los locales de ocio nocturno son locales alquilados y si no hay beneficios no puede haber dinero para pagar los alquileres. Eso es una realidad que va a suceder y que no mucha gente se ha parado a pensar. A ver si cuando nos dejen volver a salir por la noche nos quedan sitios para poder salir, Menos mal que mi pandilla siempre va al mismo bar, que es de los padres de uno de mis amigos y ese local seguro que no desaparece porque no tienen que pagar alquiler ya que el local es suyo desde hace muchos años. Por lo menos tenemos esa ventaja respecto a otros grupos de amigos que seguramente se vayan a quedar sin sus bares favoritos para quedar por las noches.
Las vacunas cada vez están más cerca y eso nos acerca cada vez más a la antigua normalidad a la que todos echamos de menos para poder relacionarnos con los demás con total libertad, que es lo que todos queremos.