Bares y restaurantes reconocen en la terraza un reclamo eficaz para atraer y fidelizar a clientes de todas las edades, especialmente en época de vacaciones, cuando el buen clima invita a pasar tiempo al aire libre. Son muchos los establecimientos que disponen de terraza en nuestro país, pero sólo una minoría logra maximizar su rendimiento comercial.
Con el mobiliario terraza hosteleria adecuado, estos espacios actúan como aliviaderos cuando las zonas internas del establecimiento están saturadas. El diseño elegido para las sillas, mesas, sillones, pufs, etcétera, debe responder no sólo a la temática del local, sino también al confort deseado para los comensales. Apostar por elementos puramente decorativos, sin importar su conveniencia y comodidad, es un error mayúsculo.
De igual forma, la terraza debe estar equipada con sombrillas, toldos y pérgolas que protejan al cliente de la radiación solar. Las temperaturas son extremas en los meses de julio y de agosto. Economizar estos elementos de protección sólo conseguirá que la terraza se vacíe durante las horas más calurosas del día.
Desde un punto de vista estético, la terraza es un apéndice de la decoración del restaurante o bar en cuestión. Si las áreas del interior están ornamentadas con una vegetación y motivos tropicales, decantarse por un estilo rústico, industrial o minimalista para la terraza rompería la unidad.
Por otra parte, habilitar una terraza plantea el problema del mayor recorrido que deben seguir tanto el personal del restaurante como las bebidas y comidas de las bandejas. En la actualidad, los gerentes pueden servirse de las nuevas tecnologías para reducir al mínimo los viajes y agilizar la entrega de pedidos mediante el uso de comanderos electrónicos.
Tan importante como proteger a los clientes del sol es asegurarles una iluminación agradable en horario diurno. Las posibilidades son ilimitadas, y cada gerente debe encontrar la solución lumínica que mejor se adapte a las necesidades de su negocio.