Joyas de oro, la mejor inversión

Nuestras abuelas eran muy sabias en muchos aspectos y uno de ellos era en la forma que tenían de ahorrar. Cuando tenían que hacerles un regalo importante, siempre elegían joyas. Y era porque sabían que una pulsera de oro o un anillo de ese mismo material, nunca iba a perder su valor. Y lo tenían tan arraigado, que cuando nacía un niño en la familia, un hijo o un nieto, siempre regalaban algo de oro para que el pequeño o la pequeña comenzara a tener ya cosas con un valor imperecedero.

En los momentos difíciles, podían recurrir a sus joyas de oro. A ser posible, nunca las vendían, las empeñaban para poder salir del bache y las recuperaban cuando las cosas iban mejor. Eran su forma de tener un crédito extra cuando venían mal dadas. Y sabían que esas joyas, fueran muchas o pocas, les garantizaban una salida, un plato de comida tal vez y el pago del alquiler, si había problemas. Por eso, venderlas siempre era la última opción y se esforzaban mucho por recuperar sus cosas cuando todo mejoraba. 

Las joyas eran también una excelente herencia para quienes venían detrás. Eran más fáciles de repartir que otro tipo de posesiones y, generalmente, se hacía ya en vida. Las mujeres dejaban sus joyas de valor a las hijas, mientras que los hombres dejaban a sus hijos sus relojes, gemelos o cadenas.

Y hoy, aunque las costumbres hayan cambiado, el oro sigue siendo una gran forma de ahorrar y de invertir. Las joyas continúan siendo una buena forma de hacer un regalo que no solo va a aumentar su valor con el paso del tiempo, sino que también acaba teniendo una gran carga sentimental y se convierte en algo que nos va a recordar la ocasión en la que se ha recibido.

Porque ese es otro aspecto de las joyas que hace que muchas veces tengan un valor mayor que el material: el valor sentimental. Y no solo el de las joyas que nos regalan, también de las que heredamos de nuestra madre o abuelas y que solo con mirarlas nos recuerda a estas mujeres y los momentos que pasábamos con ellas. Hoy que lo vintage está de moda, ponerse una de esas piezas que perteneció a nuestras abuelas, no solo es un bonito homenaje a ellas, también es una excelente manera de ir elegantes.

Deja una respuesta