¿Te gustan las cortinas sueltas o prefieres recogerlas en los lados cuando no tienen que cubrir toda la ventana? Las cortinas recogidas son muy atractivas y permiten que pase toda la luz del sol, lo que hace que la vivienda se vea más luminosa y también sea más cálida en invierno. Existen varios métodos para mantener las cortinas recogidas, pero estos son los más habituales y también los más atractivos.
Unas agarraderas hechas en la misma tela de la cortina. Es el método tradicional. Consiste en realizar unos pasadores de tela anchos con el mismo tejido en el que se ha confeccionado la cortina o también con el tejido con el que se haya realizado un volante, en el caso de que lleven uno de estos adornos con una tela diferente.
A ambos lados se coloca en la pared un gancho metálico decorativo en el que se sujetan los pasadores de tela, quedando la cortina recogida a la altura que más nos guste. Estos pasadores metálicos pueden sustituirse por aros en los que se atan los pasadores.
Un cordon para cortinas. Normalmente, es un cordón decorativo en un tono similar a la cortina o haciendo contraste. En ocasiones, se usan en tonos dorados o plateados, pero hay que tener cuidado ya que si son muy anchos pueden resultar excesivamente recargados. Los cordones se usan del mismo modo que los pasadores de tela de los que hemos hablado.
Una manera original de combinar este cordón es usando el mismo tono, pero un poco más fino, para adornar las cortinas o los volantes de estas. Un vivo en el volante de la parte superior de la cortina realizado con este cordón o una terminación en la parte inferior de las cortinas de este material pueden quedar muy bien.
Abrazaderas decorativas. Las encontramos en metal, pero también en plástico, en imitación de hueso y en otros materiales. Pueden tener diferentes formas y tamaños y en ocasiones recuerdan a los pasadores para el pelo, pero en un tamaño mayor. Las abrazaderas pueden tener o no una base en la pared para separar mejor las cortinas. Pero también pueden situarse en mitad de la cortina haciendo que quede fruncida en esa zona y dándole un aspecto muy original y diferente a la misma.
Las abrazaderas decorativas pueden ser en tonos metálicos, pero también pueden ser de colores a juego con las telas.