En líneas generales estoy bastante contenta con mi cuerpo. No soy especialmente exigente conmigo misma, pero es cierto que, como nos pasa a todos, hay zonas que me gustaría mejorar. Siempre hay un kilo que nos gustaría perder, pero tampoco me obsesiona el peso. Sin embargo, con respecto a la piel sí que he sentido muchas veces que no me encontraba a gusto. He tenido algunos episodios de problemas de acné, además de algunas cicatrices y estrías que han empeorado el aspecto general de mi piel.
Por eso me decidí a buscar una especialista dermatologia medica en Vigo para abordar desde una óptica profesional todos estos problemas de mi piel. Porque como muchas personas en mi situación yo también empecé probando cremas para ver si podía mejorar el aspecto. Y tengo que decir que algunas de ellas sí funcionaron bien, pero finalmente me decidí a acudir a un profesional porque era la forma de estar en buenas manos y dejar de improvisar tratamientos.
Tras un primer análisis me plantearon algunas opciones para tratar tanto las cicatrices producto del acné como las lesiones vasculares que tenía en buena parte del cuerpo, manchitas rojas que ya me acompañaban desde hace años y que me gustaría eliminar. Una de las técnicas que me propusieron es la del láser del que ya había oído hablar cuando miré por internet para localizar una especialista dermatología médica en Vigo.
El láser es una técnica de última generación pero que garantiza seguridad y buenos resultados con determinadas lesiones dermatológicas, como era mi caso. A través de varias sesiones, la piel se somete al láser que logra hacer desaparecer numerosas de estas manchas y cicatrices.
Uno de los aspectos en los que insistieron es que si finalmente me sometía al tratamiento debía no tomar el sol durante el mismo, además de no aplicar cremas. Como estábamos en pleno invierno no tuve problemas por lo de no tomar el sol. Al final, me convencí de que este tratamiento era el indicado y aposté por él teniendo un gran resultado, mucho mejor que el que me aportaban las cremas.