Los alineadores dentales cumplen una valiosa función para la estética bucodental: guiar el crecimiento de los dientes para que alcancen un desarrollo adecuado, sin imperfecciones ni problemas como la maloclusión. Estos males pueden comprometer a largo plazo no sólo la apariencia de la dentadura, sino también su salud y bienestar.
Por esta razón, la compra de alineadores dentales en Santiago es un acierto para adultos y niños que necesiten reposicionar sus piezas dentales. Respecto a su uso, una recomendación general consiste en mantenerlos en óptimas condiciones higiénicas. Tanto como cepillarse los dientes con regularidad, las férulas de este producto deben limpiarse para evitar la acumulación de suciedad y bacterias que puedan desencadenar infecciones en las encías.
De igual forma, los alineadores dentales deberían guardarse en un envase diseñado a tal efecto. Con ello, se logra mantenerlo alejado del polvo y de las salpicaduras, además de preservarlo de caídas y golpes —una amenaza mayor en dormitorios infantiles, como es lógico.
Otro de los consejos relativos al uso de alineadores dentales es reducir, en la medida de lo posible, el hábito de fumar. La nicotina genera el oscurecimiento de las férulas, lo que afeará la sonrisa sobre si en el caso de los alineadores transparentes. Dado que la única forma de evitar este efecto antiestético es remover temporalmente las férulas, la dependencia del tabaco reducirá la efectividad de este dispositivo.
Del punto anterior se deduce la siguiente recomendación: los alineadores dentales serán tanto más eficaces cuanto más tiempo permanezcan en activo, es decir, colocados en las piezas dentales. En líneas generales, sólo deberían retirarse para descansar, ingerir alimentos o cepillarse la dentadura.
Por último, debe tenerse en cuenta que este tratamiento dental tiene una duración específica, que el odontólogo de cabecera tendrá que especificar. Este periodo será de aproximadamente doce meses, pero la palabra final la tendrá el paciente y sus circunstancias.