Un porcentaje mayoritario de las colisiones al volante se producen al aparcar, lo que no sorprende en absoluto, considerando que la posición natural del conductor es avanzar hacia adelante con la mirada al frente, no en sentido contrario volviendo la vista.
Estos incidentes —especialmente comunes en áreas masificadas de centros urbanos, como el Parking barato aeropuerto Barcelona— originan múltiples litigios en el sector asegurador, que se resuelven de acuerdo a lo dicho en los artículos 80 y 81 del Reglamento General de Circulación.
En concreto, esta normativa sobre las maniobras de marcha atrás específica que serán punibles aquellas que invadan cruces de vías, se realicen en autopistas y autovías o recorran una distancia superior a 15 metros, con la excepción de las vías cerradas o sin salida.
Asimismo este Reglamento, contemplado en el Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, advierte sobre la alta frecuencia de accidentes en maniobras de marcha atrás, donde el conductor responsable de efectuarla es el responsable en la mayoría de los casos.
Así ocurre cuando un vehículo que circula marcha atrás colisiona con un segundo que estaba realizando esta misma maniobra para estacionarse o abandonar una plaza o un garaje. También será encontrado responsable en caso de colisionar a vehículos detenidos por una señal de stop o de ceda el paso, si circula en sentido contrario o si efectúa cualquier otra maniobra que vulnere las normas de este Reglamento.
A modo de complemento, se subrayará la recomendación de la Dirección General de Tráfico al cometer este tipo de maniobras: seguir la regla RSM, es decir, retrovisor, señalización y maniobra. Este procedimiento marca el orden en que debe realizarse siempre la marcha atrás con la máxima seguridad; en primer lugar, se observa el espejo retrovisor; después se señaliza la maniobra, para finalmente acometerla. Interiorizar estas pautas ayuda a estacionar con las debidas precauciones.