Este verano, no renuncies a viajar

Es un año complicado para viajar, pero no tienes por qué renunciar a hacerlo, al menos no tienes por qué renunciar a viajar por España. Lo que tienes es que hacerlo de una manera segura y con cabeza para correr los menos riesgos posibles.

Comienza por viajar en avión. Es cierto que se ha dicho mucho en la televisión sobre viajeros sin mascarillas y demás. Pero lo cierto es que en los autobuses es donde realmente se han producido más contagios. Y viajar en un vehículo particular obliga a detenerse para poner combustible, para comer y para dormir por el camino si la distancia es larga, por lo que se acaba corriendo bastante más riesgo.

Deja tu coche en un aeropuerto lavacolla parking independiente del aeropuerto. Los motivos son muchos y todos de peso. Tu vehículo no estará públicamente expuesto a que cualquiera pueda tocarlo o a que esté expuesto a cualquiera justo antes de que lo toques. Además, se te entregará totalmente desinfectado, por lo que entrarás en un habitáculo seguro.

Lleva la menor cantidad posible de cosas en la maleta. Así evitarás al llegar tener ropa que pueda estar contaminada esperando a ser lavada. Podrás lavar todo en una o dos tandas y tendrás desinfección garantizada de toda tu ropa de viaje.

Evita los lugares de turismo masivo, porque, aunque este año tengan muchas menos visitas siempre serán más concurridos. Aprovecha para conocer rincones de España de gran belleza que, tal vez, no tengan tanta repercusión pero que seguro que te van a ofrecer paz, tranquilidad y ratos muy agradables sin riesgo.

Por supuesto, evita también aquellos puntos en los que hay rebrotes fuertes y procura viajar a las zonas más seguras. Una vez allí, no acudas a lugares demasiado concurridos. Antes de viajar hazte un chequeo mirándote la temperatura y comprobando que no tienes tos, dificultades para respirar ni ningún otro síntoma compatible con el coronavirus.

Lleva en tu bolso de mano mascarillas de repuesto y cámbialas con frecuencia. Es un consejo que siempre resulta útil pero todavía lo es más en verano porque con el calor se suda mucho y la mascarilla puede llenarse fácilmente de bacterias.

Por último, no olvides hidratar bien la piel del rostro para evitar alergias y escozores ya que durante las vacaciones es normal estar mucho más tiempo en la calle y, por tanto, pasar muchas más horas con la mascarilla puesta.

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