Algunos de los ensayos clinicos españa que se están realizando actualmente tienen como misión no solo encontrar nuevos medicamentos, sino también mejorar los ya existentes consiguiendo que sean más efectivos o que tengan menos efectos secundarios.
El descubrimiento de nuevos principios activos o de nuevas propiedades de los ya conocidos abre muchas puertas en el sector farmacéutico. Un medicamento que ya funciona bien podría ser mucho mejor añadiéndole un nuevo ingrediente que, al menos sobre el papel, le otorgaría muchos beneficios.
La primera fase del trabajo tiene lugar en el laboratorio exclusivamente. Los investigadores realizan las diferentes combinaciones y estudios para saber cuál sería la proporción más acertada para conseguir el máximo de beneficios. Algunas de las pruebas son exclusivamente teóricas, otras se realizan en materiales genéticos para conocer sus reacciones.
Tras muchas pruebas y estudios, si todo funciona según lo previsto, se pasa a la fase de prueba en personas, que es la previa a su comercialización. Cuando un medicamento se aprueba para ser utilizado a modo experimental en personas es porque ya ha superado toda una serie de controles. Es el momento de encontrar a los candidatos perfectos.
Se realiza un perfil de cómo deberían de ser los candidatos para probar el medicamento a fin saber cómo funciona realmente en personas y si se corresponde con los estudios teóricos realizados. Los perfiles pueden ser todos idénticos o pueden elegir a personas con diferentes características para saber cómo resulta en los diferentes casos. Se determina también el número de individuos necesarios para poder obtener resultados fiables.
Tras esto, se propone a pacientes que se ajustan a este perfil la posibilidad de participar en el estudio experimental. Al paciente se le explica claramente todo lo que se va a hacer, si se les va a dar a todos el medicamento o va a haber placebos y también se le informa sobre las posibles consecuencias, tanto las positivas como las negativas, a las que se podría enfrentar.
Una vez que se ha conseguido reunir a los voluntarios necesarios comienza la fase de prueba en personas, en la que se recogen todos los resultados obtenidos y se comparan con los que ofrecía el medicamento original. Si la nueva versión del medicamento demuestra ser mejor, sea porque ofrece resultados más avanzados o porque presenta menos efectos secundarios, se presentan todos los informes a fin de conseguir que sea aprobada la nueva fórmula para su comercialización.